viernes, 28 de agosto de 2009

TRAVEL AROUND THE WORLD 9.

YESTERDAY

Travel around the world 9
Salida para Belgrado. BEOGRAD_JUGOSLAVIJA...HOTELSKO_MOTELSKO PREDUZECÉ. BEOGRAD,BALKANSKA 1. Tel 21555, 24602...

Telex YU_MOSKVA 11505 FAH 81.


RENT A CAR HERTZ IN U.S. dollars... YUGOSLAVIJA FROM DUBROVNIK TO COSTA DALMATA...ZAGREB, RIJEKA... ITALIA, TRIESTE...ETC.


Llegamos allí . Y el contraste mayor, fue enfrentarnos a ese confort discreto, con muy poco lujo. Todo muy limpio, muy lavado, con olor a cuido de naftalinas. A cuidar hoy, porque no se sabe si mañana habrá. Esa sensación de bienestar, de limpio ascéptico, modesto, con lujos dignos. Pero oscuro.

Lúgubres los muebles y al llegar al baño de la habitación, la sorpresa mayor: no existen los rollos de papel toilet, aquí, solo hay unos cuadritos de papel de seda. Y la pregunta del caso: _¿Cómo nos vamos a limpiar con ese papel, si no absorbe?
_Nos lavaremos, -dijo Gilberto- No existe otra .

De Belgrado, después de pasear y comer goulash y tortas de chocolate, tomar té y recorrer las Plazas y las Iglesias, cansarnos de ver íconos y gárgolas, nos fuímos por tierra en dos autos alquilados vía Dubrovnik.
Dubrovnik, la ciudad amurallada que sirvió de escenario para la película de Disney : "Chitty, chitty bang bang". En el camino habiamos comido spaguettis ( fideos de la mas burda calidad y con la peor salsa). 
Salimos y caminamos las calles amuralladas. Compramos sweteres iguales, porque no hay variedad de colores, azul y rosado y ya.

En el hotel, saliendo del baño, con mi manía de lavarme la cabeza de noche y salir con el pelo mojado, me repitió el surmenage de San Francisco. Aquí fué peor. Hacia 5° y la calefacción estaba apagada. Una lipotimia tremenda, estaba en shock... Vino el botones, el tipo de la recepción, la mucama, casi todo el personal y me cepillaron , me pusieron colonia, me dieron a respirar sales, seguí desmayada, inconsciente por un buen rato.

Los dos días en Drubrovnik, nos permitieron descansar y relajarnos para acostumbrarnos al retorno. Agarramos carretera. De nuevo nos fuimos los seis, por toda la Costa Dalmata, rumbo a Italia: Trieste, luego sería Venecia.

Pasando la frontera de Yugoeslavia vía Trieste, había una cola larga, Gilberto y yo, nos bajamos del carro, de lo más relajados, sin pensarlo caminamos por la calma yugoeslava, pasamos la frontera caminandito... Miguel y Nicole, en un carro, Diego y Beatríz en el otro y nosotros dos caminando hasta que Diego nos llamó, nos montamos en el carro y seguimos hasta Trieste donde dormimos y agarramos un barco al día siguiente para Venecia.

Ya en Venecia, en el Grand Hotel, también de la Ciga, la misma cadena del Mandarín, pero ya una belleza occidental. Las habitaciones con sus bañeras de mármol y grifos de oro, las sábanas de lino y las almohadas de plumas.
 La cama mullida y el color de la habitación nos acogió para seguir el día siguiente, el rumbo de los acontecimientos.

Todos los empleados, desde el botones hasta los de la recepción, saludando a la ¡Signorina Nicole! y su comitiva.

Todos conocen a Nicole, su padre fue consul en Italia y ahora es director de Viasa y vivieron varios años aquí. Nicole, resulta muy popular y se conoce todo, por lo que estamos felíces Beatríz y yo, ¡podremos comprar!.

No mandamos cartas a Venezuela, porque sabemos que estaremos allá antes de que lleguen... Por lo que se me ocurre escribirme a mi misma, para recordar de cuando en vez, los detalles más relevantes de esta historia viajada.

Tampoco hemos podido comunicarnos, hablar por teléfono es imposible, para saber de las niñas, nos hemos comunicado por valija.
 De Embajada en Embajada, hemos mandado telegramas para que nos envíen noticias a la siguiente Misión.
 Así hemos saciado esa nostalgia, esa falta de su amor. María Andrea y Daniela, nuestras bebecitas queridas y Aymarita. Siempre pensando en ellas. Les llevo disfraces (trajes típicos) de todos los países que hemos visitado.

Aquí en Venecia la estamos pasando de maravilla, ya fuímos a Murano y a Burano, donde comimos en el restaurant en que comía Heminway...
 Escapados, anoche, nos fuímos Gilberto y yo al casino de la playa del Lido. Para colmo de los colmos, esta vez no fue como en Instanbul, que ganó muchísimo y nos gastamos las ganancias en el Gran Bazar, donde yo quería comprar todo por un dólar, siempre regateando. En una de esas un turco me contestó que sí, que me vendía una enorme campana de bronce (de Iglesia). Entonces era yo, la que no sabía cómo hacer para convencerlo de que no me la podía llevar. Los turcos piensan, que si no hacen su primera venta , se empavan.  Y fue todo muy difícil. Total, que salímos de allí , con los anillos turcos, los puzzles, el anillo del amor. Los tuve que aprender a armar. Son unos rompecabezas que tienen su truco. A Gilberto no le quedó más remedio que comprarlos, el mío de oro y ya eran dos los anillos que me compraba, contando el de Cartier. Dos anillos como prueba de nuestro amor.

Aquí, en el casino de la playa del Lido, perdimos y solo nos quedaba una ficha, que guardaremos para el recuerdo. El gondolero, terminó llevándonos de vuelta y no nos cobró nada. ¡Todo eso sin poderlo contar, una aventura...!

Continuará. Travel around the world 10.

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