Llega mi hija contándome que en Los Roques, conocieron a unas españolas que habían perdido la conección de regreso y tenían que encontrar donde quedarse una noche y parte del día siguiente, que pagarían el equivalente a 300Euros y 100 más si las llevaban al aeropuerto.
_Oye y sí las invitas a pasar la noche en casa y despues tú misma las llevas al aeropuerto. Sería el negocio redondo Bed & breakfast y transporte.
Les preguntó. Aceptaron. Y yo felíz arreglé el anexo.
Todo pulcro, sábanas de lino, perfumitos, shampoo, secador de pelo, cremas, gorro de baño, las mejores toallas, en fin... Todo tipo Chateaux Relais...
Flores por toda la casa, unos ramos preciosos con riki rikis y bastones del emperador.
Me fui al mercado, prepare una cesta con frutas, dos clases de jugos en la nevera, petit fours, quesitos, galletas, yogurt, todo finísimo.
Se instalan, se bañan, hacen el tour por la casa, bajan el cerro, juegan con los perros, oyen música, ven televisión, la televisión española.
Conversamos como en familia, las llevamos al pueblo, las pasamos recogiendo...
Las invito a cenar: Una pasta que ni en Italia, ensalada europea con dressing de mostaza y miel, unos pimientos rellenos que me pidieron la receta y de postre cup cakes de nueces.
Cuando les iba a ofrecer el vino, mi hija me dijo:_Mamá, dales café, que te estás pasando de las 7 estrellas.
_Tienes razón. Les serví café con leche, pero bien batido y con marshmallows miniatura que en esa época se conseguían.
A la mañana siguiente un desayuno caliente con arepas, carne mechada, huevos revueltos, frutas con yogurt y café para que se llevaran un buen recuerdo.
Intercambiamos los correos y mi hija se las lleva rumbo al aeropuerto...
Mientras yo me quedo sacando las cuentas de lo que ganamos.
Norka armand
Septiembre 2013.
Caracas, Venezuela